En los últimos años, el cuidado de la salud mental ha ganado un lugar destacado en la sociedad, y algunas Comunidades Autónomas han comenzado a implementar deducciones fiscales relacionadas con estos gastos en la declaración de la renta. Aprovechando el Día Mundial de la Salud Mental en este artículo te explicamos qué deducciones existen, qué Comunidades las aplican y cómo puedes beneficiarte de ellas.
Es indudable que las preocupaciones más comunes de todo ser humano son el dinero y la salud y entre estos dos mundos existe una cuestión clave que los relaciona y que, hasta hace muy poco tiempo, ha sido irrelevante e incluso criticada por la sociedad: el dinero que invertimos en cuidar nuestra salud mental.
Es por esto que, para incentivar nuestro cuidado o minorar el coste del mismo, algunas Comunidades ya consideran estos gastos como deducibles a nivel autonómico y en otras muchas, como la Comunidad de Madrid, ya están en conversaciones para su inclusión.
Comunidades Autónomas que ofrecen deducciones por salud mental en la declaración de la renta
Comunidad Valenciana: Es la primera Comunidad que prevé expresamente el gasto por salud mental en su normativa. Permitiendo una deducción de un máximo de 150€ por gastos relacionados con cualquier patología relacionada con la salud mental.
También se ha previsto una deducción específica para gastos generados por miembros de la unidad familiar con diagnóstico de daño cerebral adquirido o alzhéimer. Que será de hasta 100€ (150€ en familias numerosas o monoparentales).
Canarias: Los contribuyentes del archipiélago canario, pueden deducir en su declaración de la renta el 12% de los gastos pagados a profesionales, médicos o sanitarios, para la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades, entre las que se incluyen las relaciones con la salud mental.
El importe de la deducción tendrá como límite 600€ anuales cuando se presente declaración individual y 840€ en caso de presentar declaración conjunta. Además, si el contribuyente es una persona con una discapacidad reconocida igual o superior al 65%, estas cantidades se incrementarán en 100€.
Cantabria: Los residentes en esta Comunidad, pueden deducirse el 10% de los gastos abonados a profesionales, médicos o sanitarios para la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades, al igual que en el caso de Canarias, también se engloban, los gastos relacionados con la salud mental.
El límite de esta deducción será de 500€ para declaraciones individuales y de 700€ en caso de presentar declaración conjunta. Además, si el contribuyente es una persona con una discapacidad reconocida igual o superior al 65%, estas cantidades se incrementarán en 100€.
Requisitos para poder aplicar estas deducciones
Para poder aplicarte estas deducciones relacionadas con el Día Mundial de la Salud Mental, tu renta debe estar dentro de los límites económicos previstos por la Comunidad Autónoma donde residas, es decir, el volumen de ingresos que hayas tenido durante el año y los gastos deben estar debidamente justificados por facturas, cheques, ingresos a cuenta o justificante de tarjeta de crédito. En ningún caso podrán deducirse las que hayan sido pagadas en efectivo.
Por eso, es tan importante que te guardes toda la documentación por si Hacienda requiere que le justifiques el gasto que te has deducido. Recuerda que tiene hasta 4 años para poder pedírtelo.
Otras deducciones relacionadas con el bienestar que puedes aplicar en la Declaración de la Renta
Además de las deducciones previstas por cada Comunidad Autónoma, a nivel estatal también puedes deducir por las cantidades que aportes a Fundaciones o Asociaciones relacionadas con la Salud Mental, te podrás deducir el 75% de los primeros 150€ aportados y el 30% del resto de la aportación.
Día mundial de la salud mental: Aprovecha las deducciones en tu Renta
Si la salud mental ya es un tema de por sí complicado y que no cuenta con la red de apoyo a nivel social y sanitario que está demostrado que necesita, estas deducciones aplicables en la Declaración del Renta, aunque no eliminen el problema, sí que suponen un menor coste o carga económica del gasto que puedas tener por acudir a un psicólogo o psiquiatra, que en muchos casos impide a familias enteras acceder a este tipo de servicios tan necesarios hoy en día.